Aún teñido con los rayos del sol, te dejaste caer sobre las rejas de la vieja pared. Hiciste guiños a la sombra, sonreíste y dejaste que tu rostro recibiera los últimos calores solares de un tarde insuperable en la que llegamos hasta el fondo del corazón.
Algo nuevo había ocurrido entre tus manos, pero no sabías realmente el que. Algo se había escurrido de tu cuerpo hasta el mío pero no llegaste a comprenderlo hasta que te quedaste a solas.
Miras el horizonte, tranquilo, relajado como el que acaba de alcanzar una meta imposible. Has vuelto de carne y sentimientos a quien se había quedado como el mármol en su pedestal de flores secas.
Dormitas y tus ojos azules vigilan el horizonte; por un lado te sientes más hombres; por otro casi te derrites pensando en la pasión que has puesto en todo hace tan solo unos minutos.
Quizás recuerdes este día, quizás le dejes escondido en uno de esos rincones de la vida, quizás lo intentes olvidar para siempre porque en el está tu debilidad.
Ahora no compartes intimidad tu solo, alguien ha sabido llegar hasta los más hondo sin lastimarte y sabiendo y comprendiendo hasta lo más oculto.
El corazón sigue latiendo, allá a lo lejos otro corazón se va con el recuerdo de haber cantado y bailado al mismo son que su amor de siempre.
DAMADENEGRO 22/11/2010
Hefestión - Jared Leto 