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Archivos diarios: 07/10/2011

La Muralla del Diablo, un extraño fenómeno geológico rodeado de leyendas

Leyendas locales e interpretaciones de los geólogos se
cruzan desde hace décadas a la hora de explicar el origen de la «Muralla
del Diablo», un gigantesco muro de piedra de más de cinco kilómetros de
longitud que se levanta al sur de Skopje, la capital macedonia.

Obra del diablo o de la naturaleza, lo cierto es que este
fenómeno natural atrae a los aventureros a esa casi desierta zona montañosa, en
las cercanías del río Bregalnica.

La leyenda dice que un día el Diablo quiso hacer algún mal
en Macedonia y se le ocurrió bloquear el río Bregalnica para que inundara la
fértil llanura de Ovce Pole. Para ello, se propuso edificar un muro durante la
noche.

Para evitarlo, Dios se apresuró a encontrar a un gallo y lo
despertó a la medianoche para que su canto anunciara antes de tiempo la llegada
del día.

Por ello, el Diablo sólo logró construir la mitad de la
muralla y se murió de la ira. El río siguió su curso, el campo fue salvado y el
mal fue derrotado.

El único acceso a la extraña construcción es un camino
rural, de tierra, por el que apenas se puede pasar con vehículos todoterreno
hasta cierto punto. Desde allí, una dura caminata de una hora conduce al mágico
lugar.

«El camino también es diabólico, como la muralla. En
verano, el sol quema como en un horno. Hay serpientes, y también el agua es un
problema, porque con el calor se secan los manantiales. Ahora en otoño es algo
mejor», explicó a Efe Dragi Jovanov, guía montañero.

Esta zona semidesértica, donde difícilmente se puede ver un
árbol, es de gran actividad geológica y tectónica, y son frecuentes los
terremotos.

También hay varios manantiales de aguas ricas en hierro y
yodo, por lo que el olor del aire da a veces a uno la impresión de encontrarse
a la orilla del mar, pese a estar en el corazón de una seca región montañosa
que asemeja más un paisaje lunar.

La parte principal y la más atractiva de la Muralla del
Diablo es de unos 500 metros de largo, pero su línea se prolonga durante más de
cinco kilómetros al este y oeste.

Tiene una altura media de entre 10 y 12 metros y dos metros
de ancho.

La superficie de la muralla es blanca, y es la única piedra
de ese color en toda la zona.

Su aspecto grandioso, al elevarse verticalmente sobre la
tierra, y el silencio místico que rodea el paraje quita el aliento.

Pese a que a primera vista parece una construcción
artificial, formada con enormes piedras, los geólogos aseguran que no hay nada especial
en ello, sino que la muralla es el resultado de la erosión milenaria del suelo
y de la casualidad.

El profesor de la Facultad de Geología de Skopje Nikola
Dumurxhanov dice a Efe que, como la mayor parte de los Balcanes, esta región de
Macedonia estaba bajo el mar hace 35 ó 40 millones de años.

«En el mar se depositaban diversos sedimentos. A través
de los siglos, de la evolución geológica, su fondo obtenía formas nuevas. Las
rocas carbónicas, como la Muralla del Diablo, fueron las más resistentes y
permanecieron en forma vertical», explica Dumurxhanov.

En parajes misteriosos como es este, siempre queda lugar
también para historias sobre los objetos volantes no identificados y los
extraterrestres.

Los campesinos de la cercana aldea de Bogoslovec aseguran
que desde siempre se han podido observar extraños aparatos que sobrevuelan la
muralla.

Ivan Blazevski

 
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Publicado por en 07/10/2011 en Literatura Histórica

 

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